viernes, 26 de mayo de 2017

2017 Bilbao Triathlon

Casi sin darme cuenta, ha llegado la primera cita deportiva importante del año: el Half de Bilbao (1,9km de natación, 90km de bici y 21km corriendo). Cómo las otras dos citas del año (Triatlón de Alpe d'Huez y el Llanberis triathlon) le hacen bastante sombra no me había mentalizado mucho para él. Pero durante la semana previa, haciendo el "tápering" (ciclo de entrenamiento pre-competición), he ido dándome cuenta de que aunque lo conozco y es en casa, no deja de ser un half. Además es la primera prueba de fuego del año, porque se supone que estoy entrenando para larga distancia y es aquí dónde mejor voy a medir mis progresos. Según se iba acercando el sábado los nervios iban en aumento, y el viernes al quedar con el resto del equipo para ir a recoger el dorsal, ya éramos todos un manojo de nervios. El sábado quedamos con bastante tiempo para vernos con los que iban a hacer la distancia olímpica (1,5km-40km-10km). Ellos salían una hora antes así que teníamos tiempo para verles y para esperar con calma a nuestra salida. También quedé con Jesús Bengoetxea, que ya tenía ganas de verle.
 La hora de la salida (12:50) es mala para el tema de las comidas, así que a las 10 de la mañana estaba con mi plato de pasta... comiendo? desayunando? pero ese horario está bien para poder evitar madrugones y no andar con prisas.
 
Lo dicho, organizamos nuestros boxes, que pon las zapatillas bien, que si deja el calcetín en la posición perfecta... y fuimos a ver la salida del olímpico, para animarles y de paso pasar los últimos momentos de nervios algo más distraídos. También nos acercamos a ver la salida de la T1 y vimos pasar a Xabier Tijero muy bien colocado en 7ª posición, para terminar haciendo 2º (absoluta máquina el chaval!). Vimos a Iñaki San Pedro y nos extrañó no ver todavía a Íñigo padilla, y quedaba de salir Guillermo Cadiñanos; los tres terminaron muy contentos cumpliendo cada uno sus objetivos. Ya no podíamos esperar más, así que dejamos la bolsa en las consignas y poco a poco nos acercamos a la salida. Hasta las 12:40 no empezamos a entrar en el agua y casi sin darme cuenta, en cuanto estaba aproximándome a la salida, dieron el bocinazo: ya no hay más tiempo para más nervios: a nadar!

La natación me resultó bastante dura: había más corriente de la que me esperaba. Al bajar íbamos a toda leche (corriente a favor) así que, cómo no, subiendo costaba más avanzar. Eso hacía que todos tuviéramos la misma idea: acercarnos lo más posible a la orilla para evitar la corriente. Pero claro, no había sitio para todos. Conclusión: manotazos y patadas por doquier. En un par de ocasiones me separé para evitar nadar amontonado. Aún así no pude evitar algún manotazo que me hizo tener que recolocarme las gafas. Gajes del triatleta medio. De todas formas, sigo con mi plan: nadar tranquilo y confiar en que el tiempo iba a ser bueno, porque este año estoy nadando mejor. La parte de nadar tranquilo, salvo algunos ratos, creo que la conseguí, pero la parte del tiempo no: casi 40 minutos. Me llevé una pequeña decepción, pero en seguida cambié de mentalidad y pensé que había nadado bien, la que no se ha portado bien había sido la ría con su corriente, así que sigo a lo mío. Salí del agua en el puesto 314 de unos 510, que está tirando a mal, pero dentro de lo esperable.

Hago una buena transición. Entrando a los boxes tengo un pequeño despiste con la calle, y me paro un segundo, pero me reubico y voy con decisión hasta mi box buscando esos gritos de ánimo de mi madre y mis hermanos que sientan tan bien. Me quito rápido el traje, me pongo el casco y los calcetines rápido y "casi" bien, y salgo pitando y saludando

 Llegando a la linea de monte oigo a Carlos y a Asier qu eme animan, son muy grandes! También veo a Ibon con algún problema para meter las calas. Me monto sin mucha habilidad pero sin problemas y a lo mío. Esta vez sí me pongo rápido las zapatillas (me he acordado de dejarlas bien abiertas) y en seguida estoy dando chepazos para subir a Begoña. Meto desarrollo pero me permito unos segundos de desfogue, aunque en seguida bajo el ritmo y empiezo a regular. Y voy muy bien. Voy adelantando a gente constantemente, señal de que no he salido del agua todo delante que me gustaría, pero también de que las piernas carburan, siendo conservador con las pulsaciones. Sigo convencido de que la estrategia está siendo buena. En la parte llana noto que hay algo de viento así que trato de ir lo mejor acoplado que puedo, que no es mucho, pero la bisagra no da para más:
 Llegando al cruce del Vivero, me fijo en los corredores que están empezando a subir, y me doy cuenta de que van unos cuantos; en esta parte del recorrido se va y se vuelve un trozo por el mismo sitio, así que ves a corredores que van 5km por delante (eso son 10 minutos a 30 km/h) y lo que me viene a la cabeza es: a por ellos! :-) Al llegar a la rotonda donde se da la vuelta veo que Ibon me sigue de cerca y pienso que lo está haciendo bien. Pensé que probablemente subiendo el Vivero le sacaría más margen y en realidad no fué así. Me ha dicho que lo que le costó más fue la segunda vuelta. Empiza el primer Vivero.  Subo contenido. Empiezo a notar que de caja voy muy bien, y que el límite hoy lo va a poner la fuerza, porque noto las piernas ligeramente pesadas. Intento mantener siempre una cadencia alta y cada vez que me doy cuenta de que voy un poco atrancado subo un par de piñones. Voy muy atento a comer y beber constantemente, aunque no tenga hambre ni sed. 
Confieso que me puse de pie para posar. En realidad la bici, subidas incluidas, la hice sentadito, y luego nos quejamos de que nos cansamos... :-)



 En la zona de la cresta, voy manteniendo las pulsaciones en los tramos más llanos y relajando en las bajadas pronunciadas y noto que me bajan muy rápido en cuanto dejo de pedalear y eso es muy buena señal. Bajando hacia Euskaldunak en la segunda vuelta llego a quedarme en 75 pulsaciones.
Según me estoy acercando al Ayuntamiento para terminar la primera vuelta ya voy viendo que el tiempo que estoy haciendo es bueno. Voy atento pero hasta que no estoy saliendo de la rotonda no oigo a Alazne, y levanto la mano para saludar. También me parece oir a Carlos y Asier. Y a por la segunda vuelta. Sigo a lo mio, y sigo notando que las piernas van más justas que la caja. Me engaño un poco diciendome que corriendo se usan otros músculos y que no va a haber problema. En algún momento noto que no me entra bien una barrita y tomo un gel asegurándome de que tengo agua para que no me fastidie el estómago cómo me pasó el año pasado. El problema es que me quedo sin agua y la segunda subida al vivero la hago seco. Hay sombra pero es una pequeña cagada. Cojo isotónico al coronar y me lo bebobajando.
También empieza a molestarme un poco el pie izquierdo, y me da la impresión de que es porque el calcetín está arrugado. La segunda vuelta es menos concurrida pero también sigo adelantando gente. Sigo bien. Un dato: la primera subida al vivero: 19:19; la segunda: 19:13 (y mismas pulsaciones medias: 151). Cómo un reloj!

De nuevo, llegando al box confirmo que el tiempo está siendo bueno, voy muy animado. Hago unas cuentas rápidas y estoy en tiempo de 5:10. Genial! A correr!!

Entrando al box se me salta una zapatilla de la bici y tengo que darme la vuelta para recogerla. Bueno, unos segundillos no van a ningún lado.
Hago una transición decente otra vez, pero no aprovecho para ponerme bien el calcetín izquierdo. Cojo las gominolas y las pastillas de glucosa (error, no las usé y el blister metálico me hizo una rozadura...) y me largo del box, a por la media maratón. Tengo ganas de correr! 
Empiezo y a diferencia del resto de triatlones de larga distancia que he hecho hasta la fecha no empiezo corriendo como un loco. En cambio, empiezo con las pulsaciones muy bajas, y marcando un muy buen ritmo de 4:30. Nada más salir se me junta Unai Peritz, barakaldés del Santurtzi Triruki y charlamos a ratos. Aprovecho para invitarle a la Barakaldesa, y me dice que ya estuvo, pero que había muy poca participación. A ver si le damos un poco de envidia y vuelve al redil ;-). En seguida se nos junta a rueda Ibon Berriolope y vamos los tres juntos cosa de vuelta y media, lo cual me ayuda mucho, porque me distrae un poco del cansancio.
Noto desde la salida que llevo el pie izquierdo "dormido" y creo que es por las arrugas del calcetín (mejorable). No me duele pero es incómodo, aunque no le doy más importancia. A Unai al principio le noto que se tiene que contener para esperar a mi ritmo. Yo voy vigilando y mantengo un ritmo que me resulte "cómodo", no me dejo llevar. En seguida se le pasa la euforia y se amolda al ritmo de los tres. Comenta que se le va a hacer larga y voy intentando animarle, y de paso a mí, pensando en vuelta a vuelta. Yo de verdad voy animado y me encuentro cómodo. Ahora soy yo el que contiene un poquito el ritmo, pensando en ir reservón, que esto es largo. La verdad es que llevar a alguien al lado que va más justo siempre da ánimos. Terminando la primera vuelta veo a David Pérez, que llega con la bici, y me da la impresión de que va muy relajado. Es su primer half y es lo que tiene que hacer, muy bien! Veo a María, mis hermanos y mi madre y me paro delante de Aimar para chocarle las manos dejando a mis dos improvisados compañeros de fatigas unos metros de ventaja. Mi hermano, mientras me anima, me echa la bronca: no te paresss!!! :-) Pero voy muy cómodo y sé que les puedo volver a coger sin problemas. 


Un rato después Ibon nos avisa que se queda, que tiene calambres. Le animo diciéndole que verá cómo no pierde ritmo, que nos vemos en meta (y así fue! lo hizo muy bien!). Y no mucho después, a falta de vuelta y media, Unai también me dice que se queda a su ritmo. Le animo y decido dejar de reservar y volver a coger mi ritmo. Al coger la segunda pulsera (sobre el km 11) me pasa Sergio Serna y me saluda (aupa baraka!) Le digo que ya sabía que me iba a adelantar pero al pasar veo que él sólo tiene una pulsera: lleva una vuelta (7km) menos! Algo le ha tenido que pasar! Pues sí, luego me enteré de que estaba echo papilla con gastroenteritis... Y haciendo un half. Menudo casta!

Termino la segunda vuelta a buen ritmo (4:36). Me vuelven a animar María mis hermanos y mi madre en el avituallamiento del principio de la tercera vuelta. Esta vez Aimar está preparado y chocamos bien las manos, aunque casi me deja clavado del ímpetu! :-)
Pero a pesar de los ánimos, la tercera vuelta me cuesta bastante. Noto alguna molestia en el costado y tengo que bajar un poco el ritmo, dando la tercera vuelta a 4:52 (la verdad es que pensaba que había ido más despacio). Corriendo he cogido agua en todos los avituallamientos y he tomado un gel, no creo que haya sido problema de alimentación o hidratación, aunque hacía bastante calor, sobre todo en la carrera a pie.
Al coger la última pulsera veo a Jesús Bengoetxea y me pregunta si entro ya. Le contesto que sí y veo que él también va en la tercera vuelta. En ese momento pensé que me iba a coger seguro. Calculé que le sacaba unos 3 minutos de ventaja. Hice unos cálculos y pensé que iba a estar ahí la cosa y que podía ser ser bonito llegar juntos (cómo el año pasado con Alberto!), pero para que no me alcanzase muy pronto tendía que hacerlo lo mejor posible. Así que hice un recuento de daños y marqué el ritmo más alto que consideré que iba a aguantar. Me tocó sufrir los últimos km y se me hicieron largos, pero ya sabía a lo que venía; al menos creo que conseguí mantener el tipo y llegar  digno. Al final Jesús no venía tan rápido cómo yo pensaba y mantuvimos la distancia.

 En la recta de meta me alcanzó Daniel Soriano y me dice que no me va a adelantar en los últimos metros, que me lo puedo tomar con calma: que grande!! Eso me permite saludar en la foto de Asier y agradecerle el gesto:






Entré en meta con un tiempo oficial de 5:16:12 (no me cuadra porque el reloj lo paré después de haber entrado en meta en 5:15:22, pero me da bastante igual...), lo que son unos 15 minutos menos que el año pasado, con una sensación muy buena, aunque con la lengua fuera (literalmente):


















Mi valoración es que lo he hecho todo muy bien. Igual podía haberme exigido un poquito más en la bici y haber intentado un ritmo más constante corriendo, pero me doy un 9. La sensación es muy buena, creo que estoy llevando bien los entrenamientos y se nota en la buena evolución. Creo que lo estoy haciendo bien, de momento, para llegar en condiciones de terminarl el triatlón de Alpe d'Huez del 27 de Julio. Ya veremos!

lunes, 9 de junio de 2014

PaxAvant 2014 - 142km

Track: http://www.movescount.com/es/moves/move33273721


Mi idea al apuntarme era hacer la mediana (que estaba “seguro” que la iba a poder hacer) y si me veía con fuerza, arriesgarme a intentar la larga. La última semana estaba animado y casi tenía claro que iba a intentar la larga, que viendo los tiempos de corte iba a tener tiempo “seguro”, a pesar de que con el cambio de recorrido se iba a repetir la bajada de Larrau y subida a La piedra.
Estaba nervioso ya desde el viernes, y sumando los comentarios de los compañeros sobre los puertarracos del día siguiente, resultó que no descansé todo lo bien que me hubiera gustado. Por suerte o por desgracia, estoy acostumbrado, porque cada vez que me enfrento a un reto nuevo me convierto en un flan...



El sábado fuimos con tiempo porque Valti (uno de los más sabios a la postre) se ha apuntado a la mediana y sale un cuarto de hora antes que nosotros. Lo prefiero para no andar con prisas, aunque estoy tan nervioso que tardo una barbaridad en hacer cualquier cosa y parece que no me va a dar tiempo. Al final llegamos bien a la salida, txupinazo y a rodar, con ganas, para ver si se pasan los nervios. Se empezó suave, lo que nos permitió a los 5 de la baraka que salíamos a esta hora ir pasando hacia delante sin tener que apretar. Yo sigo con nervios y revolucionado de pulso. Empezamos a subir Laza y veo que el resto va más fuerte, cómo era de esperar y poco a poco me voy quedando. Es el plan. Tengo que ir fijándome en el pulso para no pasarme y las sensaciones no son buenas, pero es el primero y es corto así que llego arriba enseguida. Coronamos y pequeña bajada, rápida, hasta empezar con el entrante del día: Larrau, (11km al 7%) Preciosa ascensión, sobretodo arriba, con unas vistas espectaculares tanto de la parte navarra cómo la francesa, con el Ohri dominando el alto. Durante la ascensión ya parece que los nervios se han disipado y las sensaciones son mejores. Voy en grupo y aguanto el ritmo, siempre reservando. 



Corono entero (no puede ser de otra manera) y empieza la bajada de Larrau. Es larga y complicada, y el viento añade un punto más de tensión. Soy buen bajador y esto me permite bajar ligero sin arriesgar. Es una pena que haya mucha gente que no baja tan bien y al abrirse a la izquierda no me permiten bajar más suelto. No es una queja que esto es de todos, es sólo la sensación que tuve. Durante la bajada hay infinidad de gente arreglando pinchazos que puede ser fruto de bajar frenando demasiado, pero las herraduras al 20% dejan poco margen de maniobra. Me doy cuenta de que voy sin bomba de mano y me encomiendo a la buena suerte, ¿qué más puedo hacer?



Hasta Santa Engracia voy en grupo sin ir muy rápido pero sí muy cómodo. Paso a Sergio que tiene dudas de si se ha saltado el cruce para hacer la corta y le confirmo que va bien. Me paro en el avituallamiento de Santa Engracia un par de minutos para coger agua y algo de fruta, y para arriba, a por el primer coco: Issarbe por Santa Engracia (23km, con rampas terribles). Puerto espectacular por su dureza y por su belleza. Al principio más cerrado y al final unas vistas impresionantes.

En los primeros km suaves me pasa bastante gente, que supongo que han parado más rato en el avituallamiento y van más fuertes. Decido no forzar nada y seguir a mi ritmo, que queda mucho. Me voy entregando a las duras rampas del Issarbe negociándolas con calma, aunque pasando a bastante gente, unos que se paran, otros que suben andando... Es muy duro y el calor me hace sudar una burrada, a pesar de que voy reservando todo lo que puedo. Pasamos el primer tramo duro y voy con muy buenas sensaciones. La segunda parte dura me pone en mi sitio, y aunque me cuesta, consigo pasarlo sin penar demasiado. A partir del cruce, hacia Issarbe el puerto suaviza y aunque voy reservando, noto que me cuesta más de lo que me gustaría. Las rampas han hecho mella. Bajo hasta el avituallamiento y me emociona ver que ahí está el resto de la Barakaldesa! Ni en mis mejores sueños hubiera pensado que iba a estar con ellos durante lo que restaba de prueba. Plato de macarrones, mucho líquido y nos vamos para abajo Bainar, Iñigo y yo. Por delante van Valti, Yaso y Patakón y en el avituallamiento se quedan Simarro, Pedrín y Felipe. Bajo detrás de Bainar, que es una máquina bajando y por tanto una delicia seguirle. La bajada está mal (baches, gravilla…) pero la hacemos rápidos. En el tramo llano volamos, pero a rueda de Iñigo se va cómo un señor. Según Bainar no quita el aire, hace un eclipse!

Pasamos Arette sin parar en el avituallamiento y empezamos a subir el segundo coco del día, La Piedra de San Martín desde Arette: 26 km con 9km (del 9 al 18) al 9% de media. En el llano hemos ido formando un grupo y en cuanto empiezan a aparecer subidas, noto que me va costando y le digo a Bainar que me descuelgo, que no quiero forzar. Sigo un poco en el grupo para intentar coger a otro más numeroso pero no lo consigo. Empiezan las rampas y las gestiono cómo puedo y en seguida veo que Iñigo me está esperando. No sin esfuerzo llego hasta él y me dice que ha decidido hacer la mediana y que va a subir a mi ritmo. Yo le contesto que en principio no descarto la larga aunque me quedan pocas ganas. Además, pasar por el mismo sitio no me motiva. Vamos subiendo a mi ritmo, el de un caracol, y aun así vamos pasando gente (también nos pasan). A los que adelantamos son gente parada en las cunetas a la sombra, alguno que va andando y algunos que suben más despacio que nosotros. Cogemos a José Antonio, que está en un arroyo refrescándose los pies y aunque me da envidia, prefiero no parar, que luego no sé si voy a poder arrancar. Decidido: no voy a hacer la segunda vuelta. No quiero volver a sufrir este calvario. Piano, piano vamos pasando rampas y kilómetros al 10 %, que parece que no se acaban nunca. El calor aprieta y la sudada vuelve a ser tremenda. En alguna rampa llego a marcar unos irrisorios 6 km/h pero es que no tengo más. En una, al ponerme de pie, me avisan los cuádriceps: amago de calambre. En seguida me queda claro que no es que no quiera dar la segunda vuelta, es que no puedo. Cambio radical de pensamiento en cosa de 10 km. Abrumador. Y no soy el único ya que la historia se repite con más de uno con el que hablamos. Con más pena que gloria consigo pasar la parte dura. En Labays, en el avituallamiento líquido vemos cómo se va Valti, y tras beber algo, seguimos hasta Soudet, dónde está el siguiente avituallamiento. Me cuesta horrores a pesar de que ya es más suave y llego desfallecido. Tanto que tardo unos 20 minutos en recuperar la compostura. Decidimos esperar al resto para ver qué idea tienen y según van llegando, coinciden todos en no seguir. Incluso Santi Millán, que también andaba por ahí, nos contesta (muy majo el tipo!) que ha decidido conformarse con la mediana.



Cuando estamos todos preparados para seguir, terminamos los últimos km hasta coronar la Piedra, que después de haber estado hora y pico parado, lo hago sin esfuerzo. Nos sacamos la foto de rigor en la cima y nos sacan alguna espectacular.






 Esta parte, después de lo que acababa de pasar,  es para disfrutar; junto con la cima, de los mejores paisajes, con nieve en las cimas, con inmensidad en los valles. La bajada con asfalto perfecto, amplia y sin tráfico… La gocé, a pesar de que conozco la zona de venir en coche. Bajamos y en el falso llano Iñigo y José Antonio nos llevan en volandas hasta la meta.


Satisfecho con el resultado que era lo que tenía en mente en un principio (aunque no contaba con tanto esfuerzo) y sólo puedo felicitar a todo el que terminó la ruta larga (en la lista provisional 326 de 950 inscritos, simplemente espeluznante la criba), y en concreto a mis compañeros de la Barakaldesa Yaso, Patakon y Bainar, tres pedazo de titanes capaces de algo que muy pocos pueden hacer.

jueves, 18 de julio de 2013

Prueba de Reebok ONE Cushion. Carrera sin calcetines

Cómo he comentado, este año me ha dado por correr triatlones y una prueba que quería hacer con las zapatillas es correr sin calcetines. Este año he hecho 2 triatlones sprint (5km de carrera después de nadar y la bici) sin calcetines y en uno no he tenido rozaduras y en el otro si. Yo diría que la diferencia está en la temperatura ambiente: más fría en el que no tuve rozaduras. He probado ayer a correr sin calcetines. He hecho unos 8 km, otra vez por Pamplona, pero esta vez en seco. Hacía bastante calor, lo qu eno es bueno para ir sin calcetines, pero desde el principio notaba que me molestaba un poquito en un punto del pie. No era gran cosa así que he seguido. En el resto del pie, la sensación era buena. Se adapta bien al pie y la ventilación se nota más, y es muy buena: a pesar del calor, no he tenido los pies ni mucho menos recalentados. Casi los tenía hasta fresquitos.

Al final, al llegar al hotel, tenía una pequeña rozadura, que ya hoy mismo casi ni se nota, pero sí que me ha rozado:




No creo que sea un defecto de la zapatilla, ya que están pensadas para correr con calcetines y de esta manera van a las mil maravillas, pero bueno, queda claro que mejor con calcetines.

Prueba de Reebok ONE Cushion. Carrera pamplonica

Pues por motivos de trabajo he tenido que pasar unos días en Pamplona, pero eso no me ha impedido  seguir probando las zapatillas. Así que después del trabajo, me he enfundado las One Cushion y he salido a dar una vuelta por Pamplona. Justo antes de salir ha caído una buena tormenta, que ha ayudado a bajar la temperatura (menos mal!) y que ha dejado la ciudad salpicada de charcos. La vuelta, un poco improvisada, ha sido por asfalto con alguna subida y bajada.

Las sensaciones con las zapatillas siguen siendo muy buenas. La ligereza y la comodidad me siguen pareciendo sobresalientes. Voy corriendo pensando de vez en cuando en las tres fases de la pisada, en buena parte por el diseño de la zapatilla y eso hace que vaya prestando atención a la manera de pisar y eso creo que hace que vaya pisando de mejor manera.

Bueno y después de esto, tengo que comentar que cuando el suelo está mojado y es liso, me da la impresión de que las zapatillas no agarran bien. Puede que sea por ser nuevas, pero también puede ser porque no agarren bien en mojado. La suela tiene partes de goma bastante duras (en la foto las zonas negras y rojas) embebidas en el resto de la suela, mucho más blando (zona blanca y gris).



De esta manera seguro que la suela es duradera, pero igual es demasiado dura para tener buen agarre en estas condiciones. 

Ya habrá ocasión para seguir probándolo! 

lunes, 15 de julio de 2013

Prueba de Reebok ONE Cushion. Primera prueba de campo: carrera urbana.

Bueno, hace un rato he recogido las zapatillas y cómo no podía ser de otra manera, he salido a correr con ellas. Me tocaba hacer este entrenamiento, pero aunque no me hubiera tocado, lo habría hecho igual, que parezco un niño con zapatillas nuevas. Espera… lo soy! J

He salido a correr por uno demis recorridos habituales de unos 12km casi todo sobre asfalto, con algo de tierra y piedra suelta. No es muy fiable la altimetría, pero es que en esa zona, entre árboles, el GPS no va nada fino que digamos, pero sabed que en el recorrido hay alguna que otra cuesta, unas más largas (800m al 6%) y otras más empinadas (150m al 10-12%). Suelo hacer las subidas fuertes y luego meter alguna serie también corta, y el resto en carrera continua. Por tanto he puesto a prueba sobre todo la comodidad del interior y su nivel de amortiguación, viendo cómo se comportan las zapatillas frente a las posibles rozaduras y fatiga articular debido a un ejercicio largo sobre terreno duro.

Valoración general

Ha sido la primera vez que las he usado después de un par de años con las anteriores, de bastante peor calidad. La diferencia es GRANDE. Se nota primero, que son nuevas y al no tener desgaste en la suela, el agarre en asfalto es simplemente perfecto. También en lo poco que he pisado de tierra y piedras han respondido a la perfección. He notado un montón la diferencia en el peso. Es un punto importante al elegir las zapatillas y os recomiendo que deis importancia al escoger unas. Las he pesado y hay una diferencia de 50g en cada zapatilla (280 frente a 330) respecto a mis zapatillas anteriores y cómo os comento, la diferencia es notable.

La zapatilla se adapta muy bien al pie y la tela de la parte del empeine y la puntera es muy fina, de manera que, a pesar de que hacía calor y de que he corrido por asfalto, no he llevado los pies recalentados. Creo que la ventilación es uno de sus fuertes.

Rozaduras: no hay. 

He ido con calcetines (Spiuk Anatomic - 4 € el par) y he hecho 12 km. Este resultado para unas zapatillas nuevas es muy bueno, ya que las primeras veces es habitual sufrir alguna rozadura. A última hora notaba una pequeña molestia en el dedo pequeño, pero no se me ha quedado ni rojo ni nada. Algo habitual, y en absoluto problemático, pienso yo. Ya pondré más a prueba este punto corriendo sin calcetines (eso para otro día).

Comodidad

12 km no es ninguna distancia maratoniana, pero no sería descabellado notar fatiga en tobillos y rodillas. Nada de eso. Tengo las articulaciones en plenas condiciones, me atrevería a decir que noto diferencia con mis anteriores zapatillas. Yo que pensaba que era normal ese dolor de rodilla al terminar!



Resultado

 Notable alto (8,5). Adaptación al pie óptima, sin rozaduras (con calcetines) y nivel de fatiga articular inapreciable. Buen comienzo!

Prueba de Reebok ONE Cushion. Primeras impresiones.

He sido seleccionado cómo reportero online para probar y explicar mi experiencia con estas Reebok ONE CUSHION de la nueva gama de zapatillas ONE SERIES. Mi primer comentario va a ser la primera impresión al desempaquetar las zapatillas, pero antes quiero poneros en situación: siempre que he podido he dedicado buena parte de mi tiempo al deporte. De chaval hice 4 años de atletismo, y de adolescente me pasé a algo más duro y de forma más seria, el remo, otros 4 años, haciendo entrenamientos todos los días de la semana. Tras un período sin ejercitarme (estudiando y trabajando) he retomado el deporte. Y últimamente llevo 3 años andando en bici un par de veces por semana (tanto carretera cómo MTB). Por último, este último año he vuelto a ponerme serio y compito en triatlones para lo que entreno de 4 a 6 veces por semana, en sesiones de piscina, bici, carrera y gimnasio. Además toco un poco de todo: futbito, padel, frontenis, esquí, patines en línea, senderismo, pesca submarina… Un poco todoterreno!
Por cierto, Mis últimas zapatillas han sido unas Kalenji Ekiden 200 (del decathlon) que eran bastante más sencillas que estas, por lo que las comparaciones, me temo que van a ser odiosas. 

Bueno, ahora que me conocéis un poco, vamos al lío: las zapatillas:



Lo primero que me ha llamado la atención son los colores,que no se corresponden con los del folleto que podéis ver. Son mucho más sobrios. Esto no es ni bueno ni malo, va en gustos y a mí personalmente me gustan más así, sobrias, porque las puedo usar para cualquier cosa sin llamar la atención.

También me ha saltado a la vista el material de la puntera (la parte blanca brillante que se ve en la foto). Parece un refuerzo, pero tiene una textura suave que a priori me la impresión de que va a ser débil. Habrá que ver cómo se comporta con el paso de los kilómetros!

Cómo podéis observar, el diseño es tricolor, y esto no es sólo un tema decorativo: Reebok nos está diciendo que la zapatilla está diferenciada en tres zonas: impacto, transición e impulso. Y esto lo han conseguido sin necesidad de elementos rígidos de unión, lo cuál le da, a priori, una mayor durabilidad a la zapatilla y una transición entre fases de la pisada más continua. Al tacto, se notan pequeñas diferencias en la dureza de cada zona. Debido al diseño de la suela, la zona de impulso es claramente más flexible que el resto. Por cierto, al cogerlas me ha llamado la atención la diferencia en el peso con mis anteriores zapatillas:







El interior sin costuras y la plantilla de amortiguación integral (es una plantilla que está debajo de la plantilla negra que veis al lado de la zapatilla) hacen pensar que van a ser muy cómodas, desde el primer día. En los triatlones Sprint (son muy cortos: 750m nadando, 20km de bici y 5km corriendo) es habitual correr sin calcetines, porque se pierde tiempo. Pero para poder hacerlo es necesario que las zapatillas sean muy cómodas y no hagan rozadura. Será un punto al que dedique una prueba: correr sin calcetines.


Me las he probado y, qué suerte, me quedan perfectas de talla. No siempre uso el mismo número dependiendo de las marcas o los modelos, pero en este caso me quedan bien, pidiendo la talla sin habérmela probado antes. Es algo que me tenía un poco preocupado. Bueno, lo primero que he notado es que agarra mucho en el tobillo (supongo que tendré que hacerlas a mi pie) y que del empeine para delante queda muy libre. Me gusta. Es muy ligera y flexible, y, creo que me quedan bien, ¿qué opináis?:


Bueno, os dejo que tengo que ir a correr! En un rato os cuento qué tal van!